PASOS BASICOS EN LA OBEDIENCIA CANINA

Las cosas deberían hacerse tan simples como fuera posible, pero no más simples. – Albert Einstein.¿Cansado de obediencia cansina o de un perro sufriendo un ataque de nervios en la pista? En este artículo me gustaría volver atrás y cuestionar los fundamentos de cómo los entrenadores de perros abordan su tarea y ver dónde está exactamente el problema. Primero, echemos una mirada a algunas preguntas de seminarios o experiencias y veamos si lo que parece ser un acercamiento racional realmente muestra una buena comprensión del comportamiento animal.

“Dime, Gary, ¿cuándo empiezas a enseñar obediencia? o

¿Tienes algún truco para arreglar un “sit” lento? o

Cuando pido a alguien que me enseñe qué es lo que está haciendo en el entrenamiento, sólo empiezan a hacer ejercicios de obediencia, o

“Gary, ¿enseñas con el método de motivación positiva o negativa?” Cuando respondo “sí” y veo total confusión, está claro que hay un problema, o

Veo a alguien con un perro premiado múltiples veces, de cinco años de edad, saliendo y repitiendo esclavizadamente los ejercicios con una pauta de entrenamiento tres veces al día (con alguna gente, ocho días a la semana).

Mientras que cada una de estas tres experiencias demuestra un verdadero defecto en la comprensión del entrenamiento, el verdadero problema está en no saber que un buen entrenamiento animal es el resultado de tres pasos distintos. Algunos entrenadores son muy buenos en uno o dos, es raro encontrar a alguien excelente en los tres. Si asumimos que el perro no tiene un problema severo de temperamento, la mayoría de los problemas de educación surgen del fracaso en una de estas áreas. Más aún, es igual de raro que yo vea un perro de competición exitoso que no haya pasado por estos tres pasos con paciencia y comprensión de cuáles son las metas finales e inmediatas.DSC_1093

Creando las bases:

A menudo es difícil definir específicamente qué es lo que un cimiento debería ser para un perro en particular. Por un lado, hay características en cualquier perro, incluso en una mascota, que nosotros debemos desarrollar, como la vinculación y el deseo de complacer. Por otro lado, cuando el entrenamiento tiene que centrarse alrededor de una tarea específica, como búsqueda y rescate, rastreo, competiciones de obediencia o trabajo policial, cada espacio tiene un énfasis un poco distinto. Aún así, en cada caso, no importa los futuros planes para el perro, hay que trabajar para construir una plataforma desde donde todos los futuros ejercicios y actitudes puedan nacer.

Los cimientos son mi única forma de describir el proceso inicial de entrenamiento, que crea herramientas y una actitud que hace más fácil para el educador el entrenamiento posterior, y más claro para el perro. Como respuesta a la pregunta anterior del “sentado lento”, el entrenador necesita saber que la razón por la que su perro se sienta despacio es probablemente porque nunca le enseñó a trabajar con energía y con ímpetu antes incluso de enseñarle a sentarse. Veamos unos pocos ejemplos de qué se puede hacer durante este primer paso.

  1. Si el perro está por debajo de los tres meses de edad, hay que improntar al cachorro. Hay un programa completo para improntar en mi libro “Tracking: from the beginning” (Rastreo: desde el principio). Básicamente lo que hacemos en construir la predisposición del cachorro a aprender en un momento en el que el aprendizaje es más intenso. Más aún, como Michael Fox ha señalado, cuando más estimulante y rica es la experiencia de aprender para el cachorro, más dispuesto estará para aprender trabajos complejos más tarde en su vida. La razón de que se distinga la impronta de otras bases es la naturaleza biológica del resultado. Se están publicando muchos estudios que demuestran que si un animal se expone a ciertas experiencias durante su desarrollo temprano, el efecto parece ser más que simple aprendizaje. En cambio, las vías nerviosas se forman en el cerebro de tal forma, que hacen a muchas de estas experiencias parecer genéticamente basadas. Esto es, que una vez formadas, las respuestas aprendidas llegan a ser parecidas, si no iguales, a comportamientos genéticamente impulsados.
  2. Si el perro tiene más de cuatro meses, la impronta es menos efectiva, pero hay otras cosas que se pueden hacer para construir nuestra base. El proceso de vinculación y confianza entre el entrenador y el perro es crítico. En un nivel más simple, esto significa mantener al perro lejos de otros “entrenadores”, como miembros de la familia. Al perro hay que hacerle entender que todas las cosas buenas vienen sólo de una persona, el entrenador. Así, la comida y el juego se centran alrededor del entrenador, y de nadie más. Trabaja agresivamente en el cobro, hasta el punto de hay que dedicar unos minutos al día con el perro cobrando algo en un área controlada. Esto no sólo reforzará su impulso de presa, sino también el proceso de vinculación, porque el perro devuelve la presa al entrenador.

Podemos también enseñar al perro cómo aceptar correcciones, haciéndole jugar con ímpetu, con un collar de entrenamiento y correa puestos. Cuando el perro sea muy fuerte para una pelota, el entrenador puede lanzar la pelota y hacer que el perro le arrastre hasta ella, tirando del collar y de la correa. Otro juego consiste en provocar al perro con una pelota o con comida, mientras se le dan tirones en la correa, completamente arbitrarios. Esto no sólo le enseña a tolerar correcciones con el collar más adelante, sino a asociar las correcciones con algo positivo, como la pelota. Cuando corrijo a mi perro, incluso mueve el rabo más deprisa. Entiende la corrección y la acepta.

Maximiza la energía del perro. Esto significa cortas sesiones de juego, manteniendo al perro en un área cerrada el resto del tiempo (un corredor, el patio, o una habitación de la casa). No, esto no significa que vayamos a aislar al perro cruelmente durante el resto de su vida, sólo que durante un período de varios meses su ambiente va a estar manipulado para que mire a la vida con expectación y buen enfoque. Después de esto, dentro de lo razonable, puede llegar a ser un correcto perro de familia, suponiendo que el entrenador siga dirigiendo la vida del perro. Continuando con el ejemplo anterior, la razón por la que no enseñamos al perro a sentarse en este punto (incluso en la cocina, pidiendo comida) es porque el perro no ha aprendido a hacer las cosas con toda su energía. Podemos hacer que traiga cosas e incluso empezar a mandarle fuera, porque son ejercicios de correr. Por último, enseña al perro a amar la comida, con un horario fijo y provocándole con comida como lo harías con una pelota. Arroja la comida a la hierba, y haz que el perro use su olfato para encontrarla. Al final de este paso, tendremos herramientas valiosas, la vinculación, el cobro y el amor por la comida, que nos ayudarán con la enseñanza durante la siguiente fase.Imperator_vom_Haus_Zschammer_B-1273206056

Condicionamiento y refuerzo

Quiero pasar más tiempo hablando de estas dos importantes áreas en futuros artículos, pero dentro del contexto de estos tres pasos que estamos discutiendo, esta fase es lo que la mayoría de la gente piensa como “entrenamiento”. Desgraciadamente, el proceso no se comprende tan bien como el cómo debe procederse. Este paso es realmente el corazón de todo entrenamiento animal, y se divide en dos pases diferentes, condicionamiento y refuerzo.

Condicionamiento no es nada más que el proceso de aprendizaje, enseñar al perro a asociar el estímulo (normalmente una orden) con una acción. Aquí, usaremos la buena disposición del perro para trabajar acompañado de las herramientas desarrolladas en la primera parte, la pelota y la comida, para conseguir una imagen grosera del trabajo que queremos del perro. Si estas herramientas y el método de entrenamiento se aplican correctamente, el entrenador evitará el único gran enemigo del entrenamiento durante esta fase, el estrés.

Ningún escultor de la figura humana comienza por los lóbulos de las orejas o los orificios de la nariz. En cambio, moldea primero la forma del cuerpo humano, y los detalles los rellena después. Así pues, si vamos a enseñarle a sentarse, manipularemos al perro con la pelota para que se siente rápidamente.

Puede que no se siente correctamente, o que ni siquiera se siente cada vez que se le ordena, pero da igual. Recuerda, nuestro objetivo es enseñar al perro a asociar la orden “sit” con el acto de sentarse rápidamente. En la siguiente fase, enseñaremos corrección. Durante esta fase de condicionamiento, las correcciones se usan raramente, porque el perro no entiende lo que se supone que debe hacer, así que las correcciones sólo pueden crear estrés. ¿Quiere eso decir que estamos siendo personas maravillosas en el proceso de entrenamiento sólo usando “entrenamiento positivo”? ¡¡Desde luego que no!! Quiere decir que si rompemos la confianza entre el perro y el entrenador en este punto, el perro asociará entrenamiento con estrés. Entonces se convierte en un asunto de encontrar a un perro que acepte el abuso y seguir adelante. Pero ése es el tema de un artículo totalmente distinto. No sólo la mayor parte de nuestro trabajo será positiva, sino que las herramientas de entrenamiento, una pelota o comida, se usarán para sobornar al perro. Esto quiere decir que usaremos la herramienta durante el entrenamiento, para manipular al perro para que haga lo que queremos. Si entreno a un perro con un nivel de excitación alto, sólo necesito llevar la pelota sobre su cabeza y decir “sit”. Como el perro está excitado, y mira directamente hacia arriba, sus cuatros traseros rápidamente bajarán al suelo. Entonces lanzo la pelota. El perro no necesitará mucho tiempo para aprender que debe sentarse rápidamente para hacer que le tire la pelota. Probablemente tendré que usar la orden muchas veces antes de obtener el resultado correcto, pero eso es parte del proceso de entrenamiento. ¿O no se acuerda de todos esos ejercicios repetitivos de escritura y aritmética del colegio?

La segunda parte de esta segunda fase es el refuerzo. Asumiendo que tenemos un perro que se sienta rápidamente y parece entender la orden “sit”, ahora queremos crear fiabilidad. Esto quiere decir que al final de esta fase, el perro se sentará rápidamente, y todas las veces con una orden de “sit”. Hasta este punto, el perro ha aprendido la orden “sit”, pero no ha aprendido que debe sentarse cuando se le ordena. Ahora pondremos el collar de entrenamiento y la correa al perro, y le diremos que se siente. Si no se sienta apropiadamente, le daremos una corrección inmediata y diremos “no”.

Refuerzo, también llamado motivación, es donde mucha gente comienza su entrenamiento, ignorando totalmente la construcción de unos cimientos o el proceso de condicionamiento. Llevan su nuevo perro al campo, le dicen “sit” y dan un instantáneo tirón en el collar de entrenamiento. El perro, sin entender ni la orden no los requerimientos del entrenador, percibe todo esto como abuso y estrés, resultando en agresión o sumisión.

Si tenemos cuidado en dar los refuerzos apropiadamente en nuestro calendario de entrenamiento, cuando hagamos una corrección el perro entenderá la orden y también conocerá cómo aceptar la corrección. El resultado es un entendimiento más claro por parte del perro, que lleva a un aumento de confianza y una disminución de las reacciones de estrés. Otra vez, no evitamos el estrés porque somos gente maravillosa, soy más egoísta que eso. En cambio, sé que el estrés hará al perro pensar en otras cosas que no son lo que yo quiero que piense, y puede que pierda esa maravillosa actitud que he trabajado tan duro para crear, y así, la probabilidad de futuros problemas aumentará si el perro viene al campo de entrenamiento o de concurso lleno de preocupación.

El refuerzo trabaja mano a mano con el condicionamiento, así que debemos tratar esta fase como un solo paso. No se empieza con el refuerzo un día, sino que se cambia gradualmente del aprendizaje a la fase de motivación durante varias sesiones de entrenamiento. Aún así, son dos conceptos totalmente distintos. Como ejemplo, usamos reacciones positivas y negativas en el refuerzo, mientras que en el condicionamiento sólo usamos las positivas. Aún más, la herramienta, la pelota o la comida, se usa en conjunción con el proceso de enseñanza, (i.e. soborno) donde correcciones y premios sólo acompañan al acto como refuerzo.

En el refuerzo, el perro se sienta correctamente sin soborno, lanzamos la pelota como premio después de que se haya sentado. Si no se sienta apropiadamente, le corregimos tras el asiento inapropiado. Hay algunas reglas importantes para el refuerzo y llegaremos a ellas en próximos artículos, pero si el entrenador no entiende la diferencia entre condicionamiento y refuerzo en este punto, hay una falta básica de conocimiento en el entrenamiento animal, y humano, para el caso.FRANCO

Mantenimiento

Así que ahora hemos entrenado un perro maravilloso hasta puntuaciones altas, y ha participado en numerosos concursos. Se está acercando a la edad de cuatro años. ¿Qué debemos hacer ahora? Hay un par de cosas que se pueden predecir con alguna confianza. Cuando el perro se va haciendo viejo, sus impulsos disminuirán, así que tendremos que encontrar una forma de mantener esos impulsos que antes desarrollamos tan cuidadosamente de que se deterioren demasiado rápidamente. La segunda preocupación es que si repetimos el mismo entrenamiento en el que ya hemos pasado tanto tiempo desarrollando, el interés del perro disminuirá. Tendremos que encontrar la forma de mantener el perro excitado con su trabajo.

Otra vez, ésta es un área en la que pocos entrenadores piensan siquiera, hasta que sus puntuaciones comienzan a caer, al principio despacio, pero después dramáticamente. Un entrenador alemán con el que trabajé, dijo una vez que los perros sólo tienen cierto número de actuaciones “V” en ellos, y que si no mantenemos esta idea en nuestra mente, el número puede reducirse aún más.

Normalmente, la regla en este nivel es la de conservar energía, mantener una buena condición física, y mantener el entrenamiento interesante para el perro. Algunas ideas más específicas para entrenar semana a semana entre estos periodos de preparación para concurso cada vez más cortos son los siguientes:

Haz tu trabajo corta y rápidamente. Pon al perro en impulso y no te preocupes mucho de la precisión, y pasea (heel) al perro en trayectos cortos, rápidos e impredecibles. Mejor que esclavizarse con el recorrido del concurso, inventa recorridos que mantengan al perro alerta. Durante todo el trabajo, intenta hacer que el perro cometa errores, para poder corregirlos. Este tema entero es lo que yo llamo “power heeling” y se cubrirá en futuras entregas. La idea es hacer al perro concentrarse en algo porque no sabe qué es lo que viene a continuación. Con un perro avanzado, la única forma de que cometa un error grave es si no está poniendo atención, el objetivo de este ejercicio.

Revisa los problemas que tuviste en el último concurso, y trabaja sólo en esos pequeños trozos problemáticos, evitando hacer rutinas. Si el “sit” fue pobre, vuelve al trabajo básico hecho cuando el perro era un novato (por favor, mira arriba- había una razón para hacer todo ese trabajo básico). No trabajes en el “sit” en movimiento, trabaja en hacer el “sit” tan rápido como cuando el perro era joven.

Ten la confianza de que todo el buen entrenamiento que pusiste en el perro está todavía ahí. A lo mejor ha quedado enterrado, pero está ahí, y puedes volver a sacarlo. Eso es por lo que pasamos tanto tiempo metiendo lo básico en el perro.

Evita la compulsión en el entrenamiento excepto para los errores principales.

Entrena menos. Al principio, trabajamos en una parte del entrenamiento todos los días. Ahora, en vez de dos o tres sesiones protectoras a la semana, córtalas a una o ninguna algunas semanas. Pasa varias semanas sin entrenar, o haz cortas sesiones con más alicientes de lo normal. No saltes, ni sobre un obstáculo ni sobre una pared hasta unas pocas semanas antes del concurso.

Mide la importancia del próximo concurso, y entrena de acuerdo con ello. Si es un concurso local y tienes un perro con muchos títulos, por qué vas a entrenar como si fuera para un campeonato. En vez de eso, ponte unas metas definidas, como arreglar un “sit” lento, o articula un problema de rastreo y trabaja arreglando sólo esos problemas. Si es un concurso de aptitud, pásalo y deja a algún otro conseguir la puntuación más alta en el concurso.

Mantén a tu perro en buena condición física con trabajo de carretera y algo de entrenamiento aeróbico, usando la pelota o el frisbee.

Cuando vuelvas a la preparación para un concurso, empieza despacio durante varias semanas. No lleves al perro de la catatonia a la máxima marcha en una semana. Estás pidiendo una lesión a gritos, y también habrá otro problema. Así como un jugador de football que ha aprendido otra vez a recibir golpes cuando comienza le entrenamiento de temporada, un perro que no está entrenado se vuelve más sensitivo al entrenador y a las correcciones, al principio. Por eso, las correcciones deben ser más leves al principio, y seremos mlos pequeños errores.

¿Qué tal funciona todo este trabajo? Un ejemplo es un amigo mío, Phil Hoelcher, que acaba de ganar los DVG Nationals de 1997 con un perro que entrenó desde el principio hasta arriba. El perro tiene ahora más de ocho años, y se va a Alemania. Estoy seguro que este perro podrá competir con lo mejor que los alemanes tengan para ofrecer.

 

AUTOR

 

Gary Patterson